Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Con quema de camiones, pobladores de Tarecuato, en el municipio de Tangamandapio, exigieron desde la noche del lunes la presencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la cual aseguran que los dejó en el abandono a pesar de un acuerdo de vigilancia permanente en esta región como consecuencia de la masacre del 2 de noviembre pasado, cuando fueron asesinados 11 personas, la mayoría jóvenes e incluso menores de edad.

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Uno de los comuneros denunció ante este medio que antes de ese suceso no había ninguna corporación policiaca o militar que resguarde la zona de los grupos delincuenciales que tienen asoladas a las poblaciones de esa región. Sin embargo, después del trágico suceso del 2 de noviembre, el mismo gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, la Fiscalía General de Justicia y el Ejército Mexicano se comprometieron a resguardar la zona.

“El Concejo Comunal Administrativo de Tarecuato pidió presencia de corporaciones de seguridad, lo han pedido todo el año sin que los escuchen, sin que se concretara este compromiso, pero ahora que pasó la masacre de los jóvenes la petición parecía que había tenido eco. La Sedena estuvo resguardando el lugar por casi un mes, pero luego abandonaron el campamento, se fueron”, explicó.

Después de que elementos de la Sedena abandonaron sus trincheras, los pobladores de Tarecuato hicieron un bloqueo carretero que duró 5 días, por lo que nuevamente regresó la milicia y ellos quitaron el bloqueo. Los elementos del Ejército les explicaron que también ellos se retirarían del lugar y en una semana regresaría otro convoy a quedarse de manera permanente, pero los vecinos afirman que no cumplieron su palabra.

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Al transcurrir la semana sin presencia de militares, y ante el temor de que la ola de inseguridad alcance de nuevo a esta población, los habitantes de Tarecuato nuevamente cerraron el paso carretero entre Tangamandapio y Los Reyes, pero esta vez actuaron de forma más radical quemando camiones la noche del lunes.

Tras esta reacción, de nuevo hubo comunicación con la Sedena y se llegó a un nuevo acuerdo para que este 22 de diciembre el convoy de vigilancia de los militares se instale en la población. De de no cumplirse, los comuneros amagan con nuevamente protestar para exigir condiciones mínimas de vigilancia y seguridad.