Una cena cannábica en Morelia

Si Michoacán fuera un país, sería el tercer o cuarto productor de marihuana ilegal: aseguró el fundador de Cannamich

Iván Ibarra | El Sol de Morelia

  · domingo 10 de octubre de 2021

Foto: Luis Trujeque | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Son las 21:00 horas en el Centro de Morelia. Las luces artificiales iluminan las banquetas mojadas por la pequeña llovizna que cae desde hace una media hora. Sobre la avenida Madero, una cafetería se prepara para un evento especial además de único: la primera degustación en Morelia de gastronomía infusionada con CBD y hecha con la planta del cáñamo.

El cocinero canábico originario de Ensenada, Edgar Soto, junto a la asociación cannábica Cannamich tomaron su turno para reinventar la gastronomía con un ingrediente presente en la sociedad humana desde hace miles de años: el cáñamo.

Este esfuerzo dio sus primeros pasos hace unos días cuando la asociación junto con la repostería Vainilla y Chocolate organizaron la primera experiencia culinaria exclusiva de cannabidiol, mejor conocido como CBD en Morelia, cocinada en su totalidad por el bajacaliforniano.

La degustación

Conforme llegan los invitados se les sirve agua infusionada con rebanadas de limón, pero con una peculiaridad, ya que en cada vaso flota una flor del cáñamo sorprendiendo a más de uno. Para el primer tiempo, llega a la mesa una ensalada hecha de hojas frescas de sativa, jitomates cherry y queso de cabra con aderezo de cáñamo y frambuesa. Al ver la hoja puntiaguda del cáñamo, más de uno pregunta si eso es comestible.

La planta tiene su sabor delicioso que se puede acompañar con un carpaccio. Me preguntaban en la cena si se podía comer la hoja, y claro, toda la planta se puede comer, solo hay que aprender a curarla y a utilizarla bien. También las semillas del cáñamo están en revuelo porque se comprobó que contenía altas cantidades de omega 3”, explica el cocinero.

Foto: Luis Trujeque | El Sol de Morelia

Como segundo plato, Soto presenta una crema de langostinos de río, una reducción de más de cuatro horas que ganó el paladar de los comensales y se convirtió en uno de los favoritos de la mesa. En el tercer tiempo, llega una brusheta de pan tumaca con jamón pastrani y pequeños corazones de cáñamo. Posteriormente, la frescura del mar arriba en el cuarto platillo con un sashimi del pez King Campachi, acompañado de robalo y un ostión fresco.

Para este momento, las caras comienzan a relajarse, la plática fluye livianamente, cada uno se mira mutuamente para descubrir si están teniendo la misma sensación colectiva: relajación, tranquilidad, algo de sueño.

Foto: Luis Trujeque | El Sol de Morelia

Michoacán: el Sillicon Valley de los negocios cannábicos

Pablo Luna, fundador y presidente de Cannamich, no pierde la oportunidad para recordar que Michoacán es un lugar privilegiado para esta industria cannábica del cáñamo, y que cuenta con una plataforma que podría mejorar la situación económica estatal y nacional para convertir al estado en el Sillicon Valley de las empresas cannábicas.

Si fuera un país independiente, Michoacán sería el tercero o cuarto en producción de marihuana ilegal en el mundo. En cuanto esto se regule el estado va a tener un papel muy importante de los negocios cannábicos a nivel global”, explica. En ese sentido, el bajacaliforniano recuerda que el estado ha sido históricamente testigo de convulsiones y cambios que tuvieron impacto en todo el país.

“Ha sido cuna de revoluciones, y qué mejor que sea aquí donde se introduzca la cocina con cáñamo para que sea parteaguas de todo lo que va a venir en un futuro”, finaliza.

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Aunque las plantas del cáñamo y marihuana pertenecen a la especie de la cannabis sativa, la diferencia principal entre ellas es la cantidad de tetrahidrocannabinol (THC) que tiene cada una. Luna explica que la marihuana contiene grandes cantidades de THC, sustancia que es psicoactiva y utilizada mayormente para la recreación. Mientras que el cáñamo contiene mínimas cantidades de esta sustancia, por lo que recalca que para que su crecimiento sea legal, debe tener menos de tres por ciento de THC en su composición.

Recalca la importancia de diferenciar estas dos plantas, ya que el uso del cáñamo y el CBD va más allá de la cocina, pues tiene usos medicinales, industriales, textiles y en otros rubros económicos. “Es importante diferenciar entre el cáñamo y la marihuana, que es más recreativa. No estamos en contra de lo recreativo, pero nos enfocamos en lo que ya está legislado para avanzar y no esperar que cambien las leyes”, concluye.