Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La industria del plástico en Michoacán acrecentó su presencia en el mercado a consecuencia de la pandemia provocada por el Covid-19.
El 13 de abril de este año, el Periódico Oficial del Estado publicó la promulgación de la Ley Ambiental para la Conservación y Sustentabilidad Ambiental, misma que obliga a establecimientos mercantiles a desincentivar el uso de estos materiales. Sin embargo, a cuatro meses de entrar en vigencia, el efecto ha sido el contrario
Así lo destaca el empresario industrial Héctor Manuel Tinoco Garduño, quien en entrevista afirma que “la pandemia vino a fortalecer el tema del plástico y a demostrar, con hechos, que es un material estrictamente necesario en términos de salud y en términos de economía”.
Las restricciones de movilidad, así como el cierre de restaurante con servicio para llevar, provocó que gran parte de la comida se distribuya en plásticos, agrega el también expresidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en el estado (Canacintra), quien sostiene que esta industria se ha adaptado a lo que los legisladores consideran como biodegradable, pese a que eso no es la solución para contrarrestar los daños al medio ambiente.
“El hecho de que nosotros utilicemos materiales alternativos no soluciona el problema, porque si tú como ciudadano dejas esa bolsa, que ya está hecha de un ácido polilástico de origen vegetal tirada en la calle, va a volver a tapar la coladera, aunque venga de otro material”.
El tema ambiental es parte de un comportamiento ciudadano y un mal manejo de residuos por parte de las autoridades, afirma, ya que en la entidad no existe ningún laboratorio que determine si una bolsa es biodegradable o no. Tampoco hay indicadores que determinen cuánta contaminación había antes de la ley y cuánto se ha dejado de contaminar después de promulgarla.
Mientras no exista un cambio de conciencia en el reuso del plástico, este solo será amigable para el oído, subraya.
Letra muerta
Para Juan Carlos Vega Solórzano, titular de la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente (Proam) la nueva Ley Ambiental es letra muerta. La reglamentación que incide en su aplicación no se ha actualizado, por lo tanto, no sirve para regular lo que se aprobó en el Congreso local, respecto de la inhibición de productos de plástico.
La referida ley indica que, a partir de su promulgación, los establecimientos contarán con un plazo de 24 meses para desincentivar el uso de las bolsas de plástico, y optar por las que sean elaboradas con materiales biodegradables o reciclables, lo mismo en el caso de los popotes, agitadores, utensilios y envases.
En entrevista exclusiva, Vega Solórzano sostiene que desde la promulgación de la ley no se ha podido ejercer ninguna acción en lo que tiene que ver con sanciones del uso y regulación de plásticos y bolsas de polietileno.
Las atribuciones al procurador para poder sancionar a quienes cometan acciones que afecten al medio ambiente con este uso no tienen viabilidad, porque el reglamento que debe aplicarse data de hace nueve años aproximadamente.
“No se va a poder establecer una regulación plena sobre el uso de los plásticos. Continuamos con el reglamento de hace dos leyes. El reglamento actual continúa vigente a través de un transitorio, pero este data de la Ley de Protección al Patrimonio Natural, de hace dos leyes, ésta es la tercera y no se actualiza” indica.
El actual reglamento no toma en cuenta ningún tipo de aspecto relacionado con el tema de cómo se va aplicar el artículo 57 del capítulo Quinto de la nueva ley, que refiere la regulación de los plásticos y productos derivados del polietileno de un solo uso, resaltó.
Señala que la ley sin duda es innovadora a favor del medio ambiente. El municipio de Pátzcuaro, por ejemplo, ha eliminado paulatinamente el uso del plástico por voluntad propia, pues, insiste, no hay sanciones reglamentadas.
Por ello, dice que es urgente que el ordenamiento se actualice conforme a lo que estipula la nueva ley. Hace un llamado a la próxima legislatura, así como al Poder Ejecutivo entrante, a que pongan atención al tema y generen la modificación que hac
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e falta, de lo contrario, la eliminación paulatina de los plásticos seguirá siendo letra muerta.
Por otro lado, considera que el Congreso del Estado deberá tomar en cuenta las atribuciones que tiene la Proam al respecto, ya que el presupuesto e infraestructura con la que cuentan es limitado y difícilmente se podrá ejercer la verificación en el cumplimiento de la ley en todos los municipios.
