El empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz arribó a primera hora de este martes a México, con lo que se cumplimenta la orden de extradición acordada entre autoridades mexicanas y argentinas.
Ahumada Kurtz llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a través del vuelo comercial de Aeroméxico AM29 bajo la custodia de oficiales de la Policía Federal Ministerial adscritos a Interpol.
Pese a la extradición a México, el empresario argentino no puede ser detenido por ninguna autoridad, dado que cuenta con una suspensión provisional otorgada por el Juzgado Cuarto en Materia Penal de la CDMX.
Ahumada será recibido por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) que lo trasladarán al Hangar de la institución para realizar los trámites correspondientes a su extradición.
Una vez concluidos los trámites (entre los que se encuentra una revisión médica), explicó su equipo legal, será puesto a disposición de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, quien lo requiere por fraude genérico y fue quien realizó la solicitud de extradición.
No obstante, subrayó su defensa legal, una vez que se cumplan estas formalidades, Ahumada deberá quedar en total libertad debido a la suspensión judicial que consiguió.
La resolución emitida el pasado 6 de junio por la jueza María del Carmen Sánchez Cisneros apunta:
Con la ejecución de los actos (reaprehensión) se causarían al promovente del amparo (Ahumada Kurtz) daños y perjuicios de difícil reparación, se concede la suspensión provisional para el efecto de que no sea privado de la libertad. Por lo cual, deberá quedar a disposición de este Juzgado únicamente por cuanto a su libertad personal se exhibe en la carpeta judicial 430/2024.
Ahumada ratificó dicha suspensión al pagar la fianza de 79 mil 500 pesos que se le había impuesto como requisito para mantener la protección de la ley.
De acuerdo con la información del buffet jurídico Ostos y Ostos, que representa al empresario, abogados del despacho acudirán este mismo martes al Reclusorio Norte para presentar ante un juez la documentación necesaria para que se programe una nueva audiencia para Carlos Ahumada.
Según el mismo despacho jurídico, Ahumada “se apersonará de manera libre y voluntaria en el Juzgado Penal correspondiente” para dar seguimiento a su proceso penal.
En esta audiencia, la defensa legal solicitará a las autoridades correspondientes que se anule la orden de reaprehensión contra Ahumada, dado que, explicaron, ya está prescrita: es decir, ya pasaron los años requeridos para cumplimentarla.
“Carlos Ahumada se allanó a la petición de extradición (no se opuso) porque lo que él quiere (Ahumada) es ponerse a disposición del Juez de enjuiciamiento por una orden de reaprehensión. Con la suspensión y con el respeto a su libertad quiere acudir ante el juez donde vamos a solicitar la prescripción de la pena”, declaró Enrique Ostos García, uno de los abogados de Ahumada, a medios de comunicación.
Con ello, el empresario argentino protagonista de los llamados ‘videoescándalos’ difundidos en 2004 sería puesto en libertad en la capital mexicana, dónde se reuniría con su familia según lo explicado por la defensa legal.
Carlos Ahumada es buscado por la Fiscalía General de Justicia de la CDMX por el delito de fraude genérico por más de 29 millones de pesos.
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En primera instancia solo se le señalaba por el delito de fraude en el fuero común, aunque en 2019 se le acusó también de una supuesta defraudación fiscal a nivel federal por la cantidad de un millón 647 mil 236 pesos, debido a la presunta omisión del pago de impuesto sobre la renta (ISR) en el ejercicio fiscal del 2012.
Ahumada Kurtz fue detenido en junio de este año luego de violar su libertad condicional al viajar a Panamá, donde permaneció retenido alrededor de 24 horas derivado de una ficha roja emitida por la Interpol. Luego de que México no solicitara la extradición en ese momento, fue deportado a Paraguay, quien lo entregó a Argentina.
Según confirmó su abogado, el acusado se pondrá a disposición de las autoridades para llevar a cabo la audiencia correspondiente para conseguir la prescripción de su pena.