“Papá, ¿por qué están tirando balazos?”, pregunta una niña con voz temerosa mientras su padre la sube al automóvil. Esa escena es una de las decenas que ayer circularon en redes sociales de sinaloenses que se resguardaron mientras a su alrededor escuchaban las detonaciones de armas de alto poder.
En el video, el padre trata de tranquilizar a su hija, mientras que se ve que junto al vehículo otros civiles huyen en una de una avenida principal, y a su lado pasan elementos del ejército, agachados para esconderse de posibles disparos de los criminales.
Este testimonio dura alrededor de minuto y medio, pero deja en claro el terror que pasaron los habitantes de Culiacán durante el despliegue que realizaron grupos delictivos por la captura de Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo.
El pánico no sólo llegó a las vías de comunicación, también a las zonas comerciales. En otro video se ve que en un supermercado la gente corrió para resguardarse como pudo entre la mercancía al momento de escuchar las detonaciones.
“Todos agachados” gritó uno de los compradores, a lo cual el resto de las personas siguió la orden, tal vez no tanto por disciplina, sino por supervivencia.
“Pongámonos a rezar el Padre Nuestro”, dijo otra persona que estaba en el supermercado.
En otro de los videos también se ve como una multitud que estaba en la zona de comida corre para resguardarse ante el sonido atronador de las detonaciones. Gritos de todos y algunas súplicas fue lo que alcanzó a registrar el video.
Incluso se puede ver cómo una persona deja en el suelo una pantalla plana para buscar un escondite.
Pero el terror no sólo alcanzó a los civiles, también a los militares. Luego de conocerse los ataques de los narcotraficantes, en la unidad habitacional del Ejército se ve en un video como soldados se organizan para enfrentar un eventual ataque del crimen organizado.
En las imágenes se escucha a un militar dando órdenes a otros soldados, incluso a una mujer que carga un arma larga quien regresa para resguardar las oficinas del lugar donde duermen las fuerzas castrenses en Culiacán.
A esos video hay que sumarle otros, en caminos y gasolineras donde el denominador es el miedo que generó el crimen organizado en la ciudad.