Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El 13 de octubre de 1972, hace exactamente 50 años, un avión con 45 personas a bordo en el cual viajaba un grupo de jóvenes jugadores de un equipo de rugby, se estrelló en la cordillera de los Andes, entre Argentina y Chile.

El hecho tuvo resonancia a nivel mundial debido a que los sobrevivientes se vieron obligados a comer la carne de sus compañeros fallecidos para continuar con vida en la inhóspita montaña, sin alimento ni agua y con temperaturas gélidas.

Tras 72 días de agonía solo sobrevivieron 16 personas, pero el milagro de los Andes es un rescate que maravilló al mundo entero y que es toda una hazaña de supervivencia. El accidente pasó a la historia como uno de los episodios más impactantes de la aviación que ha inspirado decenas de documentales, películas y libros.

Entre los pasajeros iban jugadores de rugby exestudiantes de un colegio católico, algunos de sus familiares y la tripulación; 12 murieron al estrellarse la aeronave y otros 17 fallecieron en los días siguientes debido a las heridas, la falta de comida y las duras condiciones a las que se enfrentaron.

Tras días de espera, los sobrevivientes cayeron en cuenta que la única manera de salir vivos era recorrer las montañas para buscar ayuda.

Semanas después, el 12 de diciembre, pusieron en marcha un plan: Fernando Parrado y Roberto Canessa se ofrecieron como voluntarios para realizarlo y caminaron durante días. Posteriormente llegaron a un valle que habían visto desde la cima de la montaña.

Al seguir el curso del río San José descubrieron rastros de presencia humana hasta que encontraron a un arriero en la localidad chilena de Los Maitenes. El hombre les ofreció pan y montó a caballo durante 10 horas para pedir ayuda. La noticia se transmitió al comandante del Ejército en San Fernando (Chile), quien se comunicó con el Ejército en Santiago.

Finalmente, la mañana del 22 de diciembre de 1972 los 16 supervivientes fueron rescatados por los equipos de búsqueda y rescate.