TIJUANA, BC. Más mexicanos y centroamericanos están solicitando asilo en la frontera de México con Estados Unidos, a medida que se corre la voz de que Washington está tomando acciones enérgicas contra familias que cruzan ilegalmente y la amenaza de violentas bandas al acecho si lo hacen solos. Funcionarios en albergues y migrantes mexicanos y centroamericanos dijeron que un creciente número de personas esperan, a menudo durante semanas, para presentar solicitudes de asilo formales en cruces fronterizos oficiales.
Muchas de las docenas de migrantes entrevistados dijeron que decidieron presentar una solicitud oficial tras enterarse de que los padres eran separados de los niños cuando cruzaban ilegalmente la frontera de Estados Unidos y de que sus amigos hicieron peticiones exitosas.
Los migrantes, muchos de ellos con niños a su cargo, relataron historias desgarradoras de secuestro, extorsión y asesinatos por parte de pandillas en México y Centroamérica. Esa amenaza fue suficiente para inspirar el peligroso viaje a Estados Unidos con la esperanza de recibir asilo en ese país.
"Estamos observando que los migrantes que llegan muchos ya no van por montaña y desiertos, van a las puertas de entrada a solicitar asilo", dijo Víctor Clark Alfaro, experto en migración de la Universidad de San Diego.
Refugios administrados por organizaciones benéficas en Reynosa, Tijuana y Nogales, ciudades mexicanas separadas por cientos de kilómetros a lo largo de la frontera, reportaron un repunte de los migrantes que solicitaron asilo.
La mexicana Jacqueline Moreno, de 43 años, dijo que en diciembre su hija logró cruzar y solicitar asilo con éxito el mismo día. Ahora, huyendo de la violencia en su estado natal, Michoacán, con su hijo de 13 años, Moreno dijo que había estado esperando tres semanas.
Patricia Flores y su hijo se encuentran entre los miles de centroamericanos que esperan en la frontera. Después de presenciar una matanza entre pandillas en su barrio, la mujer decidió pagar cuatro mil dólares a un traficante de personas que le dijo que solo tenía que llegar a la frontera y pedir asilo. "No se puede volver allá. Nos están esperando para matarnos", dijo.