Asesinan a sacerdote de Capacho, en Huandacareo

La FGE recibió a las 19:00 horas, el reporte de un cuerpo sobre la carretera Cuitzeo-Huandacareo

Francisco Valenzuela | El Sol de Morelia

  · martes 23 de mayo de 2023

Foto: Fernando Maldonado | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- El sacerdote Javier García Villafaña, quien desde el pasado 23 de abril fue asignado a la parroquia de Capacho en el municipio de Huandacareo, fue asesinado a tiros mientras conducía su automóvil cerca de esa localidad, sin que por el momento haya un solo detenido.

De acuerdo a la Fiscalía General del Estado (FGE), a las 19:00 horas del lunes se reportó el crimen cometido sobre la carretera Cuitzeo-Huandacareo, donde el religioso fue localizado en un auto Nissan Sentra con varios impactos de bala y presuntamente se le colocó una cartulina con un mensaje escrito, aunque eso no fue confirmado.

El personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen y Servicios Periciales (USPEC) realizó las actuaciones respectivas y trasladó el cuerpo al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para la necropsia de ley.

Aunque en un primer momento la Fiscalía no dio a conocer la identidad de la víctima, más tarde se supo que se trataba del padre católico. La parroquia de San Francisco Curungueo confirmó en redes sociales que el hombre asesinado era el párroco:

"Infórmanos que hoy a las 6 PM fue interceptado en la carretera el P. Fray Javier García Villafaña y falleció asesinado. Que en paz descanse el párroco de Capacho. Nuestro más sentido pésame a nuestros Agustinos", se lee en la publicación.

La Parroquia de Santa Ana Maya también se pronunció al respecto: "El Pbro. Jaime Oceguera Saldaña y toda esta comunidad nos unimos en oración por el eterno descanso de nuestro hermano Fray Javier García Villafaña, párroco de Capacho, Michoacán, quien el día de hoy ha partido a la Casa del Padre a gozar de su Gloria eterna".

La Arquidiócesis de Morelia colocó una esquela, en la que a nombre del arzobispo Carlos Garfias Merlos lamentan la muerte del sacerdote. La Conferencia del Episcopado Mexicano no se ha pronunciado al respecto y sólo compartió los mensajes de la Parroquia de Santa Ana Maya y la propia Arquidiócesis.

Por su parte, el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, dijo a los medios de comunicación que no había denuncias por amenazas al padre. “A la Secretaría no llegó ninguna petición de protección ni denuncia por parte de la Arquidiócesis”, sentenció.

Foto: Cortesía | Parroquia de Santa Ana Maya

Agresiones contra sacerdotes

Además del asesinato de García Villafaña, otros sacerdotes católicos han sufrido agresiones y amenazas en Michoacán y estados colindantes. El 22 de julio del año pasado, José Luis Segura Barragán, responsable de la Vicaría Fija del Sagrado Corazón de Jesús en La Loma, Jalisco, perteneciente a la Diócesis de Apatzingán, fue amedrentado por un grupo que irrumpió en la capilla de Zipoco, municipio de Santa María del Oro. Ahí, nueve jóvenes armados lo increparon para decirle que controlaban la zona y que eran originarios de Colombia, aunque también se les vinculó con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La historia de crímenes contra religiosos incluye el caso de Miguel Ochoa Ávila, ejecutado el 8 de abril de 1985. En agosto de 1993 Abelardo Espinoza Aguilera también fue víctima de homicidio, al igual que Miguel Marzán Arreola en 1995.

A Macrino Nájera Cisneros lo mataron el 15 de enero de 2004 y a esa lista se suman Gerardo Miranda Ávalos, fallecido el 2 de septiembre de 2008, y Víctor Manuel Diosdado Ríos, asesinado el 3 de junio de 2012.

El 4 de julio del año pasado, el padre Mateo Calvillo fue golpeado por un hombre en las calles de Queréndaro, y aunque las primeras versiones apuntaban a que se trataba de alguien vinculado al crimen organizado, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla lo atribuyó a un incidente de tránsito.

El sacerdote de Aguililla, Gilberto Vergara, ha dicho a medios de comunicación que la disputa de cárteles en Tierra Caliente se refleja también en amenazas contra los religiosos, quienes tienen que sortear la inseguridad para seguir con su misión evangelizadora.