Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Rodrigo Vallejo Mora no oculta su proyecto político: está comenzando a tejer las redes para conseguir la candidatura a una diputación federal. Lo hará por el Partido del Trabajo y en los próximos días se afiliará a ese instituto apadrinado por personajes de la plana nacional, incluyendo a Gerardo Fernández Noroña.
La cita para platicar de sus aspiraciones políticas y el proceso legal que enfrentó por aparecer en videos con un narcotraficante es en un restaurante al sur de Morelia. El hijo del exgobernador Fausto Vallejo viste un saco negro, camisa azul y aunque no hay corbata, sí luce un reloj de buena marca. Su semblante es tranquilo y la conversación fluye a tal grado que la entrevista se extiende por más de una hora.
Aunque se asume como “un priista de corazón”, asegura que no tiene vínculo alguno con el instituto que llevó a su padre a ser alcalde de Morelia en cuatro ocasiones, además de la gubernatura en 2012. “Al PRI no lo veo, yo me quedé con otra imagen del partido, el que iba a las comunidades para ayudarlas, el PRI de Luis Donaldo Colosio”.
Afirma que con Morena no está de acuerdo en cosas estructurales, pero sí coincide en muchos proyectos del presidente López Obrador, como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas. Donde tiene diferencias es en la estrategia de seguridad y pide que al estado “se manden 30 mil soldados para limpiarlo de los delincuentes”.
En lo local ve con buenos ojos el trabajo del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, a quien le da el beneficio de la duda, porque “lo está haciendo bien, a pesar de cómo le dejaron el estado”. En cambio, con Jesús Reyna, antiguo aliado de su padre, niega tener contacto alguno e incluso no sabe ni cómo se llama el partido que acaba de fundar en el estado.
“Paraíso de gangsters”
Al preguntarle si el PRI es el culpable histórico de la crisis de inseguridad en México, responde que la responsabilidad es compartida, pues “estamos en un paraíso de gangsters y nos estamos adaptando a eso, lo estamos normalizando”. En ese escenario, el del crimen organizado, dice que ha tenido amenazas, que le han dicho que no hable, “pero si me van a matar, pues adelante”.
Rodrigo Vallejo ha estado en la cárcel acusado de encubrimiento y delincuencia organizada, mientras que su padre tuvo una gubernatura accidentada, pues su secretario de Gobierno y luego sustituto en el cargo, Jesús Reyna, también fue procesado. ¿Está manchado el apellido Vallejo?, se le cuestiona. “Ni quedó manchado ni se perdió; sería quitar kilómetros de pavimentación, escuelas, guarderías, alumbrado. Mi padre es alguien que dio justicia en sus cuatro ocasiones como alcalde y como gobernador. Nunca dejó deuda pública. Si él camina por la calle lo saludan, lo quieren. Mi hermano y yo tenemos el reto de portar el apellido, pero el trabajo de mi padre no se va a borrar nunca”. Se podría pensar que con esos antecedentes será complicado pedir el voto ciudadano, pero Rodrigo insiste en que nunca hubo una sola denuncia en su contra por otro delito: “nunca extorsioné, no secuestré, no maté a nadie”.
En el contexto político, acepta que Fausto Vallejo sigue influyendo, tanto así que le dio apoyo a Silvano Aureoles y a Alfonso Martínez, de quien por cierto dice que le falta calle, que no se acerca a la gente: “Morelia no nada más son sus campos de golf”, reclama.
El proceso judicial
En agosto de 2014, Rodrigo Vallejo Mora fue encarcelado luego de aparecer en videos al lado de Servando Gómez “La Tuta”, entonces líder de Los Caballeros Templarios. Después volvió a ser presentado en 2015 y en 2019 se le acusó nuevamente, por lo que fue internado en un penal federal para finalmente ser absuelto en noviembre de 2022.
“En 2014 estuve en la cárcel nueve meses por un delito menor, por los videos, era para estar solo 15 días o un mes, pero me cambiaban de juez, de juzgado, no querían tomar el caso porque no era relevante, era como si hubieras conducido con aliento alcohólico, ameritaba una multa, no nueve meses en prisión”, reclama.
Argumenta que todas las acusaciones en su contra tuvieron un trasfondo político. “Para el 11 de abril de 2015 salí bajo caución, y una semana antes de las votaciones para la gubernatura, donde competía Luisa María Calderón, Chon Orihuela y Silvano Aureoles, me detienen en el Poder Judicial de la Federación sin una orden de presentación o localización. Llegaron las camionetas y me levantaron; me llevaron a la Procuraduría de Morelia, luego al Aeropuerto y a la Ciudad de México. Los fiscales me dijeron que estaba fácil, que hablara con mi papá para que apoyara al PRI, pero me negué porque la ciudadanía estaba harta del supuesto nuevo PRI que encabeza Enrique Ochoa Reza”.
Ante esa negativa, recuerda que le abrieron una carpeta de investigación por delincuencia organizada basados en los videos con La Tuta. “Abren la investigación en 2015 y hasta el 2019 se complementa: ¿por qué? porque en su momento querían negociar si mi papá ganaba la presidencia municipal, pero como no pasó, no había nada qué negociar, dejaron ahí la carpeta, nunca investigaron nada. Violaron el artículo 14, que indica que no puedes ser juzgado por el mismo delito, porque era el mismo hecho, aunque le hayan puesto encubrimiento y luego delincuencia organizada”.
Asegura que esa “persecución política” incluso influyó en sus abogados, por lo que despidió a siete que solo le ofrecían negociar al margen de la ley.
En los años de encierro afirma que violaron sus derechos humanos: “Cero medicamentos, pésima alimentación, no me dejaban tener Biblias ni había acceso a sacerdotes. Me raparon, pese a que ya no está permitido. Me puse a estudiar, a leer y escribir. Estoy por terminar mi libro que publicaré a finales de este año, es del antes, la cárcel y después de la cárcel. Se llamará “La nada y la vida”.
Su encuentro con La Tuta
Aunque en los videos con Servando Gómez aparenta tranquilidad e incluso bebe una cerveza, Vallejo Mora niega que haya sido amigo del narcotraficante. “Fue un diálogo, él me quería conocer, me quería pedir un favor al que yo me negué. Le quería mandar un recado a mi padre y me negué, le dije que no podía hacer eso, que no podía tocar esos temas con él. Lo entendió, razonó, no me hizo absolutamente nada. ¿Por qué se me ve así, tranquilo? Porque no tenía nada qué temer, mis intereses no conflictuaban con los suyos, y viceversa. Fueron solo dos encuentros, la segunda vez me preguntó si iba a regresar mi padre a la gubernatura, me preguntó de qué estaba enfermo y ya. Después de eso no lo he vuelto a ver, solo sé que lo sentenciaron y nada más”.
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Recuerda que el 26 de enero de 2018 fue entrevistado por el periodista Ciro Gómez Leyva, a quien le dijo que los que habían encubierto narcotraficantes eran Genaro García Luna y Felipe Calderón, en referencia al caso de “El Chayo”, fundador de Los Caballeros Templarios. “¿Quién declaró muerto a quien no lo estaba? ¿Es encubrimiento? ¿Asociación? Yo creo que al presidente de la República no se le miente, o quizá se hizo el que no sabía. ¿Lo atraparon y lo dejaron vivo para una negociación de la gubernatura?”, se sigue preguntando.
Va contra Loret y Aristegui
Rodrigo ratifica que va a denunciar a los periodistas Carlos Loret de Mola y Carmen Aristegui. Del primero dice que montó una campaña de mentiras en su contra y asegura que hay testimonios que vieron al hoy conductor de Latinus recibir dinero a cambio de publicar columnas que califica de difamatorias. “Diario me sacaba, hubo una junta en la que participó en Morelia, lo trajo en helicóptero Alfredo Castillo a la casa de un empresario y ahí se repartió el dinero para que me acribillaran mediáticamente”.
A Carmen Aristegui le reclama el haber publicado una nota donde lo describen como un hombre prepotente “que entraba a bares, que no dejaba salir a las mujeres, que estaba armado, que estudiaba en una universidad tal, que era de determinada forma con mis maestros. ¿De dónde sacan eso? Estoy de acuerdo con la libre expresión, pero con fundamentos. Por eso voy a presentar esas denuncias, porque Carmen acaba de recibir un premio contra la corrupción y lo que me hizo se llama corrupción”.
Señala que detrás de toda la “persecución” estuvo la familia Calderón, tanto el expresidente como su hermana Luisa María. “Era soberbia, a como dé lugar querían la gubernatura para ella: amenazaron y amedrentaron a empresarios. No nos olvidemos que en esos mismos videos sale gente de ellos pidiendo a los Caballeros Templarios que ayuden a Luisa María, ellos sí fueron a pedir apoyo”.
Su futuro
Finalmente, Rodrigo Vallejo Mora se dice optimista y afirma que como político se ve trabajando con la gente, con o sin partido político que lo postule. “En lo personal me gustaría tener familia, porque estoy en edad de hacerlo”, concluye.