Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Las mesas de diálogo entre funcionarios federales y habitantes de Aguililla para solucionar la problemática de seguridad y libre tránsito en ese municipio, no lograron realizarse este miércoles.
Hasta el momento el plantón de pobladores se mantiene a las afueras del cuartel militar, por lo que existía incertidumbre de si se efectuarían las negociaciones con las autoridades federales, programadas para iniciar este miércoles, mediante las cuales se pretende restablecer el orden y paz en la región.
“(Los habitantes que están haciendo el plantón en el cuartel militar) expresan la molestia, y exigen (a las autoridades federales) que el Ejército se mantenga solo con los elementos que ha tenido siempre porque en dos meses ha metido más personal”, explicó el sacerdote Gilberto Vergara García.
Detalló que los pobladores en plantón exigen que el Ejército conserve la cantidad de personal que ha tenido siempre, porque de dos meses para acá ingresaron más elementos y la queja fue que la carretera estaba obstruida y los militares no hacían nada, entonces los comuneros les pidieron que fueran a Apatzingán a reabrir la vía, pero éstos respondieron que “no tenían instrucciones”.
El párroco indicó que en ese punto empezó la confrontación, pues los pobladores exigieron a los efectivos castrenses que se salieran o se quedaran solo los elementos que estaban al principio, que nada tenía que hacer “toda la bola” de soldados de más que estaban ahí; no que abandonaran totalmente la base, sino que se quedaran los necesarios y los excedentes salieran y se reabriera la carretera.
De hecho, acotó, en las negociaciones anteriores este fue un punto muy álgido, motivo de reclamo y enojo; pero desde entonces no se ha resuelto la situación.
Vergara García precisó que, a través de un oficio con fecha del 13 de julio, el gobierno federal notificó que la reunión estaba programada para el mediodía del miércoles.
“Los funcionarios (federales) estarían llegando vía aérea”, indicó el religioso, debido a los hechos ocurridos en el municipio de Tepalcatepec.
El presbítero apuntó que entre la población existía incertidumbre sobre cómo se darían las reuniones de trabajo, ya que la solicitud era que los representantes federales arribaran por tierra y no por aire.
El padre relató que la mañana del miércoles los pobladores le pidieron a él y a quienes recibieron el oficio que les habían entregado un día antes, que lo regresaran al cuartel.
“Yo le puse por escrito en la parte de abajo que si no había un ambiente favorable y no se cumplía lo que se pedía, posiblemente las reuniones no se llegarían a realizar”, comentó.
Dijo que los representantes federales de Delegación Bienestar y Gobernación no llegaron al mediodía sino aproximadamente a las 15:00 horas y una vez que se platicó con ellos se les planteó nuevamente la molestia del excedente de personal militar y del camino obstruido.
Al no haber respuesta oficial respecto al eventual retiro de militares, los organizadores del plantón advirtieron que no habría diálogo, razón por la que no pudo concretarse la mesa de trabajo sobre los temas de seguridad y transitabilidad.
Vergara García señaló que los habitantes argumentaron que veían que no se cumplían sus demandas, por lo que no había manera de sentarse a dialogar.
Los habitantes piden que se vaya el personal excedente a patrullar o a liberar la carretera, pero los soldados no cedieron ni respondieron, “quizá por temor de que si son menos, les vulneren el cuartel, cosa que es improbable que ocurra”, expresó el párroco.
Aguililla registró el martes su quinto enfrentamiento entre pobladores y militares, lo que pudo poner en riesgo las mesas de trabajo con autoridades federales.
“El ambiente ayer fue un poco tenso, no pasó a mayores, pero esta es la situación”, comentó el sacerdote.
Según este oficio enviado ayer, la reunión que se llevaría a cabo los funcionarios estarían llegando vía área, supongo que media hora antes.
El día de ayer por la tarde aproximadamente a las 17:00 horas hubo un quinto enfrentamiento de habitantes con la base militar con petardos y pedradas, que expresan la molestia de los que están haciendo el plantón.
La queja es que los habitantes exigen que el Ejército deje el personal que ha tenido siempre, porque de dos meses para acá metieron más elementos y la queja fue de que había carretera cerrada y el personal ahí metido, entonces se les pidió que fueran a Apatzingán a reabrir la carretera, “no tenían instrucciones” dijeron, entonces ahí empezó la confrontación exigiéndoles que se salieran o se quedaran solamente los que estaban al principio que nada tenía que hacer “toda la bola” de más ahí; no que abandonaran totalmente la base militar, sino que se quedaran solamente lo que estaban para hacer lo que siguen haciendo y los excedentes se salgan y vayan y reabran la carretera.
En las negociaciones este fue un punto muy álgido, de reclamo de enojo; pero hasta entonces no se ha hecho mayor cosa.
En la mañana me pidieron a mí y a los que recibimos ese documento que nos habían entregado un día antes que fuéramos a regresárselos al cuartel, y le puse por escrito en la parte de abajo que si no había un ambiente favorable y no se cumplía lo que se pedía, posiblemente las reuniones no se llegarían a realizar y aunque avisé y aunque les dije cómo estaba el ambiente me mandan este oficio y parece que todo está igual.
Hay un poco de incertidumbre primero para cómo se van a dar las cosas, pero eso les va a tocar a ellos, si llegan en helicóptero dentro del cuartel y se trasladan al salón, seguramente alguien tendrá que hablar con ellos o recibir las propuestas directas de cada uno de los funcionarios de gobierno. En un momento se les decía que vinieran por tierra todos los funcionarios, pero no creo que pase pues ellos mismos expresaron que son funcionarios de alto nivel entonces hay que protegerlos.
La cuestión es que seguramente vendrán por aire; el ambiente ayer fue un poco tenso, no pasó a mayores, pero esta es la situación estamos a la expectativa de qué va a suceder al filo del mediodía, cualquier situación será reportada y veremos cómo avanzan las cosas o se estancan.
Con información de Óscar Celaya