Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- A través de una estrategia lúdica donde casi nada está prohibido, el Taller Fábrica de Juegos del Centro Cultural UNAM ofrece dinámicas para conectar el cuerpo, la inteligencia y las emociones.
Su instructor, Alejandro Yustiaza Ulloa, detalló que el curso está programado para el 5 de febrero.
“El espíritu de este taller es que los niños jueguen; algo que pareciera obvio, pero no lo es en un contexto donde influyen situaciones como la inseguridad o la tecnología. En muchos casos los niños se están desconectando de su cuerpo porque los papás los conectan al videojuego, a la tableta o al celular. No pueden hacer muchas actividades físicas porque sus casas son pequeñas, porque está prohibido salir a la calle o porque en las mismas escuelas se les limitan los espacios”.
El experto en artes escénicas sostiene que la niñez en estos términos está siendo víctima no sólo de la falta de ejercicio o la práctica del deporte, sino de la más mínima movilidad física: “No corras, no grites, no te muevas de tu lugar, es lo que se acostumbran a escuchar, lo que los condena a un sedentarismo antinatural”, sostiene Yustiaza Ulloa en un diagnóstico que ha construido en varios años como docente especializado en la infancia.
De tal forma, en su taller se permite hacer lo contrario: entre más corran, entre más griten, todo será divertido, al tiempo que se ejercitan, emprenden dinámicas grupales y absorben técnicas de actuación y otras artes.
La filosofía que permea en este curso cuatrimestral es que el juego sea la principal herramienta para la creación artística, “jugamos un montón, nos ensuciamos, nos arrastramos y hacemos dinámicas como dar vueltas hasta marearse y caerse, luego de lo cual los arrastro de los pies como si fueran basura; son cosas que no podrían hacer en su casa, pero que les gusta mucho”, sostiene el instructor, quien se asume como un niño más en esos ejercicios.
Aunque la libertad es lo que se respira en este taller, hay reglas como no obligar a nadie si no desea jugar “porque hay niños que por diversas circunstancias se apartan, pero el chiste es que cuando ven lo divertido que es, ellos mismos terminan integrándose”.
Otra característica de este método es que no existen vencedores ni vencidos, de tal manera que si se forman equipos hay rotación de jugadores entre ellos, se alteran los resultados a medio partido o se inventan reglamentos creativos, todo con el propósito de que la diversión sea el único resultado final.
“Hay niños que no quieren participar simplemente porque en casa les han prohibido correr y lo triste es que no saben hacerlo, que tienen graves problemas de motricidad porque no juegan. Y hay otros casos donde el menor es un pequeño tirano al que los padres le hacen todo: los transportan en el coche a cualquier parte, al colegio, al taller, al cine… son el centro del Universo, mientras que en este taller nadie es protagónico, todos somos uno más”.
Las inscripciones ya están abiertas en el Centro Cultural UNAM Morelia. Como requisito se solicita copia de acta de nacimiento y el pago de un seguro contra accidentes, además de la cuota cuatrimestral que es de mil 500 pesos. Para mayores informes, se pueden comunicar al teléfono 3174471.
